SOY..., INCLUSO MEJOR QUE YO

.
Solo hay una cosa que es más dificil que esperar que alguien se ponga en nuestro lugar. Y es que nosotros seamos capaces de ponernos en lugar de la otra persona. Hace poco he vuelto a tener más de una experiencia de ese tipo. Al final, después de reporchar la incomprensión a la otra parte; ya en frio, me he dado cuenta de que yo tenía la misma incomprensión que criticaba.
.
.
No se si recordais esta conocida fábula...
.
En una familia normal, perdón, habitual (que "normal" en estos tiempos politicamente correctos tiene connotaciones despectivas hacia familias diferentes). Con matrimonio, hijo y abuelo. Este último nunca comía en la mesa, lo hacía siempre en un tosco cuenco viejo de madera y en el suelo. Aunque eso si, muy agradecido a su hijo, desde que hace unos años éste le permitía comer ya dentro de la casa.
.
Un día que el padre sorprendió al niño tallando algo en un grueso taco de madera, le preguntó que hacía. El hijo feliz y sonriente le respondió: ¿No lo ves papá? ¡Un cuenco nuevo, para cuando tu seas mayor!
.
Desde ese mismo día el abuelo comío en la mesa con el resto de la familia.