martes, diciembre 26, 2006

FELICES SIESTAS

Después de compartir agobios estudiantiles y alguna que otra borrachera universitaria, Felipe Rezoso y Joaquín Deciso llegaron a creerse amigos de los de toda la vida. Sin embargo, después de la carrera y pese a vivir en la misma ciudad, la misma vida les fue distanciando.
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Al principio, cuando cada año se acercaba la Navidad cada uno hacia el firme propósito de dar un toque a su amigo pero con el ajetreo familiar propio de esos días y esperando que llamara el otro, al final siempre se olvidaba.
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Después ya daba un poco de corte telefonear temiendo descubrirse al compañero con las aspiraciones frustradas por el tiempo. Además el otro ni se acordaba de él; si no le habría llamado.
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Últimamente, ya era mejor no llamarse y esperar a algún día cruzarse casualmente en la calle para saludarse.
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Al final, el martes pasado se cruzaron en la misma puerta de El Corte Inglés, Felipe iba con su mujer y unos amigos, Joaquín con sus dos hijos. Pero no se vieron, …¿o sí?.